lunes, 30 de junio de 2008

Perder el caballo

Un campesino vivía con su hijo en la montaña cuidando animales. De todos, el caballo era el que mas necesitaba para realizar los trabajos diarios.
Una mañana, cuando el muchacho salio a trabajar, noto con desconsuelo que el caballo se había marchado.
El padre le dijo: ¨No te preocupes, hijo, tal vez no sea malo que se haya marchado¨. El joven quedo desconcertado.
A los pocos meses, el caballo volvió a la granja, acompañado por una yegua. El hijo, feliz, aviso enseguida a su padre. Este lo miró con desconfianza y le aconsejó: ¨Hijo, no debemos apresurarnos en suponer que este sea un buen presagio¨. El joven no pudo evitar una expresión de extrañeza ante esas palabras.
Al poco tiempo, el hijo cayó de la yegua y la lesión le dejo una leve renquera. Ante sus continuas quejas, el padre le pidio: ¨Por favor, no te lamentes, todavia no sabemos si esta caída es un mal augurio¨. Una vez mas, el muchacho no comprendio la actitud precavida de su padre.
Tiempo después, el ejército pasó reclutando jóvenes para ir a la guerra. A causa de su renquera, el joven no fue seleccionado. El padre, entonces, le dijo: ¨Hijo mío, la paciencia y la serenidad son necesarias para evaluar correctamente los hechos que suceden en nuestra vida¨

La estrategia de Dragón

Comentario:

Nada en la vida es por casualidad, solo la madurez que da la experiencia nos permite comprender las cosas que suceden en la vida, es prudente no desesperar y esperar cual es fin de las situaciones, tengamos fe en la vida de que todo es para bien.

3 comentarios:

H3dicho dijo...

En definitiva todo pasa por algo y muchas cosas estan fuera del alcance de nuestro entendimiento...por lo cual es dificil aceptarlas..

Terox dijo...

No hay mal que por bien no venga, pero a veces le toca a uno interpretar cuál es el bien...

Ronin dijo...

Terox lo dificil de la vida es poder interpretar que nos quiere decir con los actos que pasan