martes, 4 de noviembre de 2008

Diga Siempre Menos De Lo Necesario

Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a las puertas del cielo. Mientras espera a San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y a todos los que habían partido antes que ella, sentados a una mesa disfrutando de un banquete maravilloso.

Cuando San Pedro llega, ella le comenta:

- Yo voy a decir una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, entras; si te equivocas, vas directa al infierno -respondió San Pedro.

- Vale, ¿Cuál es la palabra?

- AMOR - dijo San Pedro. Ella la deletreó correctamente y

Un año después, San Pedro
le pidió que vigilase las puertas.
Y ese día, para su sorpresa,
apareció el que fuera su marido.
pasó al cielo.
Un año después, San Pedro le pidió que vigilase las puertas. Y ese día, para su sorpresa, apareció el que fuera su marido.
¡Hola, qué sorpresa! - dijo ella- ¿Cómo estás?
- Ah, pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané a la lotería y me hice millonario. Entonces vendí la casa donde vivíamos y compré aquella preciosa mansión en el barrio alto que siempre te gustó. Viajé con mi nueva mujer por Europa, Asia y Oceanía.Estábamos de vacaciones en Los Alpes justamente cuando decidí esquiar. Me caí..., el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy.
Y dime, ¿Cómo hago para entrar, querida? - Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez puedes entrar; si no, vas directo al infierno -respondió ella. - OK -dijo él- ¿Cuál es la palabra?

SCHWARTZENEGGER

MORALEJA:

"NI MUERTO LE PUEDES DECIR TODA LA VERDAD A UNA MUJER, PUES CORRES EL RIESGO DE VIVIR EN UN INFIERNO EL RESTO DE TU EXISTENCIA

Comentario:

Hasta que no tengas tu objetivo seguro, no hables mas de la cuenta...

domingo, 2 de noviembre de 2008

Pimiento

Después de esa reunión, por las restantes suites ejecutivas de Shangai circulo un chiste sobre los métodos de Mao. Mao llamo a Liu (Shaoqui) y a Zhou (Enlai). Tenia una pregunta para ellos: ¨¿Como harían que un gato comiera un pimiento?¨, Liu hablo primero. ¨Fácil¨, dijo el segundo a bordo. ¨Haría que alguien sostuviera el gato, le llenaría el hocico con el pimiento y se lo empujaría con un palillo para comer¨. Mao alzo las manos en señal de horror ante tal solución hecha en Moscu. ¨Nunca uses la fuerza(...) todo debe ser voluntario¨ Zhou había escuchado. Mao pregunto que haría el primer ministro con el gato. ¨Dejaría que le diera hambre¨ contestó el hombre que tan a menudo había recorrido la cuerda floja de la oportunidad. ¨Luego envolvería el pimiento con una rebanada de carne. Si el gato tiene suficiente hambre, la tragara entera¨ Mao no aprobó a Zhou, como lo había hecho con Liu. ¨Tampoco debe de usarse el engaño; nunca embauques a la gente¨ ¿ Que haría entonces el propio presidente? ¨Fácil¨, dijo él coincidiendo con Liu al menos en eso, ¨Se frota por completo el pimiento en el lomo del gato. Cuando sienta ardor, el gato se lamerá, y estará feliz de que se le permita hacerlo¨.

MAO: A BIOGRAPHY,
ROSS TERRILL, 1999

Comentario:

No me voy a meter en el personaje de Mao Zedong, (quien lee la anecdota cree que es un pan de Dios), lo interesante a mi parecer es que si queremos que alguien haga algo se debe de manejar los hilos de la astucia para que la persona haga lo que queramos sin que se sienta obligado a esto, si le preguntan al gato se comería todo el pimiento para eliminar el ardor del lomo, le ardería la boca pero bueno no siempre se gana.